lunes, 20 de abril de 2015

Disparando a -25ºC

Las cámaras de gama alta suelen estar preparadas para cumplan correctamente en condiciones duras, calor y frío, por ejemplo, y antes de salir al mercado se someten a diversas pruebas en laboratorio o dicho en otras palabras, en condiciones controladas, donde se las deja un tiempo determinado para comprobar que cumplen con los límites teóricos con las que se fabrícan. ¿Pero qué sucede cuando la cámara se somete a condiciones extremas no controladas? ¿Cumplen como promenten?

El fotógrafo suizo Alessandro Della Bella, participó en el proyecto One day on Earth, en el que varios fotógrafos presentaban un trabajo sobre cualquier parte del planeta. Alessandro eligió hacer un time lapse nocturno, durante dos noches, en las montañas suizas Corvatsch Piz Nair y las temperaturas llegaron a ser de entre -25ºC y -15ºC.

réflex congelada

Para ello utilizó cinco réflex de Canon, las cuales funcionaron bastante bien, excepto por algunos inconvenientes.  Los objetivos se congelaban, por lo que tuvo que utilizar varios objetivos iguales, intercambiándolos mientras los congelados se descongelaban en un horno. Pero sobre todo, las baterías, las cuales no llegaban a las 2 horas de trabajo (he de decir que en otras ocasiones ya he comentado que el frío es un enemigo "perverso" de las baterías).

En resumen, las cámaras se "comportaron" y llos pequeños inconvenientes no fueron a causa de las mismas, sino producto del frío y facilmente subsanables. El resultado de su trabajo fue el siguiente.


One Day on Earth: Cold Engadin Time Lapse Night from Alessandro Della Bella

Vía: PetaPixel

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