lunes, 10 de agosto de 2015

¿Qué ha sido de los marcos digitales?

Hace unos 5 o 6 años fue el boom de los marcos digitales, se veían anuncios en televisión, mucha gente los compraba, estantes llenos en las tiendas especializadas... muchos pensaban que se podían convertir en el nuevo estándar de soporte para nuestras fotos, pero hoy solo se ven unos pocos modelos en los estantes de algunas tiendas.

Los marcos digitales, pasaron por nuestras vidas con más pena que gloria, tuvieron su momento como novedad, pero la realidad es que resultaban poco prácticos para la gran mayoría de las personas. Casi todos necesitaban estar conectados a la red eléctrica para funcionar, lo que suponía un gasto energético extra y si ha esto le sumamos la crisis en la que estaban sumida muchos países, la subida de la luz, su precio... se multiplicaba el gasto general. Los pocos que funcionaban a pilas, necesitaban cambiarlas a cada momento, por lo que tampoco fueron de mucho éxito. Por otro lado, los cables suponían un inconveniente antiestético para muchos, además de molestos. Poco después empezaron a traer novedades algo más útiles, como calendario, reloj, alarma... pero tampoco terminaron de cuajar.

Tampoco, los diseñadores de estos dispositivos, cayeron en un aspecto muy importante y es que, los marcos, al tener una resolución determinada necesitaban que las fotografías estuvieran optimizadas para ellos y la gran mayoría de las personas, no son aficionadas a la fotografía y, por tanto, carecen de conocimientos necesarios para reducir la resolución de las fotografías y adaptar el formato (en dimensiones, largo y ancho/alto) al marco digital, obteniendo como resultado una visualización "torpe" en el marco, fotografías "escachadas" o simplemente sin poder visualizarse las fotografías por ser incapaz de leerlas.

Hoy día, como dije antes, todavía se venden y alguna marca se atreve a lanzar alguno nuevo, pero dónde más podemos verlos es en algún establecimiento o empresa, que lo muestra enseñando sus productos. En mi casa hay uno, fue un regalo y estuvo encima de un mueble unas semanas, pero vimos que era poco práctico, era pequeño, gastaba luz innecesariamente ya que muchas veces no se entraba al salón y para estar encendiéndolo y apagándolo cuando venía alguien, decidimos guardarlo.

En mi opinión, actualmente creo que solo resulta práctico para las empresas, ya que enseñan sus productos en recepción en lo que espera el cliente o visitante, pero para tener uno en casa, la tecnología debe avanzar mucho más para que reduzca significativamente su consumo y permita su abaratamiento lo suficiente como para que no sea un gasto "extra" y notorio.

¿Y tú, tienes alguno en casa?

1 comentario :

Ananda Rock dijo...

Yo no tengo ninguno, pero opino igual. Un gasto inútil de luz